martes, diciembre 19, 2006

El Retorno!!

Bueno, pues ha llegado la hora de volver a casa.
Esta noche tomamos el avión de regreso a Barcelona, por Iberia menos mal!
Las fotos de Buenos Aires las colgaremos desde allá en poco tiempo.
Gracias a todos por seguirnos y dejar comentarios. Nos hacia mucha ilusión cada vez que alguien nos escribía.
Que paséis todos unas felices fiestas y nos vemos pronto.
Un abrazo desde Buenos Aires.

Rober y Nuria

sábado, diciembre 16, 2006

Cataratas de Iguazu

Las Cataratas de Iguazú. No comments:



















miércoles, diciembre 13, 2006

Tierra del fuego

¡Hola a todos! Hoy es nuestro último día en Ushuaia, ciudad que se publicita aquí pomposamente y en todo lugar como "el fin del mundo". Algo de razón tienen, es la ciudad más austral del mundo, pero es más un reclamo turístico que otra cosa. De todas maneras en la ciudad se respira un aire de lugar de pioneros y aventureros mezclado con un poco de nostalgia, seguramente por el hecho de saber que estás muy alejado de todo. A esto también contribuye el clima. Ahora llueve, ahora hace viento, depués sale un poquito el sol. Este es el verano en Ushuaia, nos recuerda un poquito al de Dublin... Aunque aquí haga un poquito más de frio (solo un poquito más, eh?).
No teníamos muy claro lo de venir a Ushuaia, sobre todo Roberto. Nos preguntábamos que podríamos encontrar a parte de la ciudad más austral del mundo, cosa que una vez aquí te da un poco igual y no añade mucho valor a la visita. Al final Ushuaia se ha salvado y hemos llegado a la conclusión de que valió la pena venir.
Hemos estado los 4 días de nuestra estancia hospedados en el hostel Antarctica. Es un hostel muy acogedor, con sofás para relajarte, una cocina muy bien equipada y unos trabajadores muy simpáticos y amables (¡una de ellas catalana!). Lo único malo del hostel es que para ir al baño tenías que pasearte por todo el hostel: cocina, salón, recepción... un palo cuando te acabas de levantar, con esos pelos, el pijama... ¡un poema, vamos!
Esa primera noche fuimos a tomar una par de cervezas al pub Dublin, como no, aquí también hay un pub Irlandés ¡Cómo nos gustan y que buenos recuerdos nos traen! Por cierto, hay una cerveza que destilan aquí, se llama Beagle, que está muy, muy rica, un poco fuertecilla pero merece la pena provarla.
El primer día de nuestra visita lo dedicamos al parque Nacional Tierra del Fuego, como no, estuvimos caminado por varias horas. ¡Nos estamos poniendo muy, muy en forma! Para empezar tomamos el camino de la costa, un paseo de tres horas por pequeñas calas y frondosos bosques. Nos hizo bastante buen día, así que también pudimos disfrutar de un bocadillo bajo el sol. Después de este paseo llegamos a la Península Lapataia que esta repleta de pequeños senderos que se pueden ir enlazando uno con otro hasta llegar al final de la ruta nacional 3, donde nos recogería el bus de vuelta a Ushuaia. Por el camino encontramos una zona, tal cual teletubielandia, llena de montecitos con césped y conejitos ¡ooouuuaaa! También pudimos divisar diferentes tipos de aves, que no tenemos ni idea de cómo se llaman...
Siguiendo por los caminitos llegamos a la castorera. La zona de Ushuaia está llena de estos animales pero, como nos contaron en el hostel, no se trata de un animal autóctono. Lo trajeron aquí para "cultivarlos" para el negocio de las pieles, al final se han convertido en una plaga y los encuentras por todos los riachuelos. Roberto se quedó alucinado con estos animales que construyen verdaderos diques en los ríos para contener el agua y convertir la zona en su hábitat. Lo malo es que los castores no salen hasta la tarde noche, sobre las 7 de la tarde. Además, son muy uraños así que si presienten que estás allí no salen. Por supuesto ese día no vimos ninguno. La zona estaba llena de gente hablando y chillando... Pero una semillita quedó sembrada en la mente de Roberto, que no quería irse de Ushuaia sin ver uno. ¡A ver cómo nos lo montamos!
De vuelta en el hostel decidimos ir a comprar algo al super para cenar, pero resulta que es domingo y que está cerrado. ¡Vaya por dios! Habrá que irse a tomar una parrillada ;-) Fuimos a un restaurante de tenedor libre donde puedes comer carne hasta reventar. Nosotros lo que queríamos probar era el cordero fueguino, que se asa entero agarrado por las cuatro patas a unos palos. En ese restaurante, aunque fuera tenedor libre, sólo podíamos tomar una porción de cordero... pero, ¡qué bueno estaba! Regamos la cena con un vino de Mendoza, el Norton, que también estaba de lo más rico. Así que con el estómago lleno y embriagados por el vino nos fuimos felizmente a dormir.
Al día siguiente decidimos subir hasta el glaciar Martial que está a unos 7km de Ushuaia. Tomamos un taxi hasta la base, donde hay unos telesilla que te suben un poquito más arriba. Pero como nosotros estamos ya de lo más fuerte y hechos unos trekkers pasamos del telesilla y subimos caminando por una pista de esquí (sin nieve claro...), el camino tampoco era muy largo y nos ahorramos 50pesos (unos15€) que parece que no pero el dinero vuela! Una vez arriba seguimos caminando unos 45 min más hasta el glaciar. El glaciar Martial no tiene nada que ver con el Perito Moreno, parece sólo nieve en una montaña. De todas maneras, la caminata merece la pena sólo por las vistas de la ciudad.
Después de la visita al Martial fuimos a comer al hostel y contratamos una paseo en barco de tres horas por el canal Beagle. El barco que tomamos tenía mucho encanto. El Barracuda se contruyó en los años cincuenta y siempre ha sido un barco de pasajeros. Originalmente realizaba viajes por el rio Paraná hasta que, 30 años atrás, se convirtió en la primera embarcación de la ciudad austral en llevar turistas a recorrer el canal, y sigue hoy haciendo la misma ruta. En el barco se han preservado los pequeños detalles que le imprimen su encanto particular, especialmente en el comedor con sus veladores de bronce y sus bancos de madera. Durante el paseo se pueden avistar islotes repletos de diferentes tipos de aves y colonias de lobos marinos. Al final de la ruta se llega al famoso faro Les Eclaireurs, un verdadero símbolo de la ciudad del fin del mundo. El faro se contruyó sobre el 1800 algo para anunciar la proximidad de la ciudad de Ushuaia. Nunca ha estado habitado, funciona de forma automática desde que se contruyó y nunca ha dejado de funcionar desde entonces.
Después del paseo volvimos al hostel y Nuria fue a un ciber café para navergar un ratito y, bueno, con la mala suerte de que unos chiquillos le robaron la cartera mientras ella miraba absorta la pantalla. Sólo había 50 pesos en ella pero la suerte nos acompaña y la cartera fue devuelta con todo el dinero gracias a la abuelita del niño. ¡Increíble!
Al día siguiente, decidimos alquilar un coche para hacer una pequeña ruta por el norte de la isla. El camino nos llevó hasta un par de lagos: el escondido y el Fagano. El tiempo no acompañaba mucho, llovía y hacía mucho viento así que no paramos allí por mucho tiempo. Pasamos por un pueblo, o comuna como dicen sus carteles, llamado Tolhuin que tiene una famosa cafetería-pasteleria. Allá compramos unos dulces, si son tan famosos será por algo... Después continuamos hasta el cabo San Pablo donde nos habían dicho que hay un barco en la costa que naufragó hace 25 años y en el que se podía subir si la marea estaba baja. La imagen de ese gran barco abandonado enmedio de la costa es alucinante. Lo malo fue que la marea no estaba baja del todo, así que era un poco complicado subir. Nos conformamos con verlo desde abajo y hacerle unas cuantas fotos. De vuelta el tiempo había mejorado muchísimo y el sol brillaba. Era hora de buscar una castorera para ver si veíamos un castor. Nos dijeron de un par de sitios donde podíamos preguntar pero en todas ellas tenías que contratar una excursión un poco cara para que te dejaran pasar. Así que nos tocó buscar una. Aparcamos el coche al lado de un camino para probar suerte y la tuvimos. Después de caminar unos 5 min encontramos una castorera literalmente en medio del camino. Nos sentamos sin hacer ruido y a esperar. A los 10 min, ¡apareció un castor nadando por el agua! Qué sorpresa. Después cambiamos de lugar y pudimos ver cómo salía del agua por uno de los túneles subterráneos que contruyen para coger ramitas y volver por el mismo lugar hacia el agua. Estuvimos en total una hora y media para ver 4 de sus apariciones estelares. Nos quedamos congelados pero mereció la pena y Roberto se quedó finalmente feliz tras haber visto al gracioso animalito.
Llegamos sobre las 10 de la noche a Ushuaia, comimos una pizza y nos fuimos pronto a dormir. ¡Estábamos reventados!
Hoy marchamos hacia Buenos Aires. Tomaremos un avión en pocas horas. ¡Mañana nos dirigimos hacia las famosas cataratas de Iguazú y al calorcito!
¡Muchos besos a todos!



En el parque Nacional Tierra de Fuego

Ouuuaaaa!!! Los conejitos de los teletubbies

Unos pajaros en el parque Tierra de Fuego

Mas parque

Una castorera en el parque

El final de la ruta Nacional 3 en el parque Nacional

Vistas de Ushuaia desde el glaciar Martial

El telesilla que sube hacia el glaciar


El Barracuda

El salon del Barracuda

El islote de los pajaros y los lobos marinos en el canal Beagle

Los lobos, como no, durmiendo


Otro islote lleno de pajaros


El lago Escondido

El Desdemona en la costa del cabo San Pablo

La castorera de nuestro castorcito

¡A ver quien encuentra el castor!

viernes, diciembre 08, 2006

Patagonia: Glaciares, Chaltén y Torres del Paine (Chile)

¡Por fin! Disculpad el retraso, pero por estos parajes las conexiones a Internet son lentas y caras. Aquí va, entonces, el siguiente capítulo de nuestro viaje. Bibi llegó al Calafate vivita y coleando después de haber pasado una semana en Córdoba (la Argentina). Nosotros no podremos ir allá, aunque dicen que es muy bonita. ¡No se puede hacer todo! Tras su llegada planeamos el resto del viaje, en el que nos separaremos por unos días, y compramos billetes para Ushuaia, Buenos Aires e Iguazú. Un grave fallo nuestro fue no comprar los billetes de avión con más anterioridad. Para casi todo tienen precios para Argentinos y para no Argentinos (avión, bus, parques e incluso en restaurantes y ciber cafés). Según teníamos entendido si comprabas los billetes de avión desde Argentina te salían como a un argentino. ¡Mentira! Esto sólo ocurre si has ingresado en el país con Aerolíneas Argentinas. Cabe decir que esta diferencia de precios no ocurre con Lan o Lade, otras compañías, pero al ser más baratas no quedaban plazas. Así pues, hemos pagado la novatada un poco cara, pero bueno, estamos de vacaciones! ¿no? Tras el gran esfuerzo realizado programando el viaje nos fuimos a comer una merecida parrillada a un lugar de tenedor libre (osease buffet libre) por pesos (unos 6 €). Para los que preguntan por la carne Argentina decir que en general es cierto lo que se dice de ella: se deshace en la boca.
Ésta es una de las zonas más turísticas de Argentina y, por lo tanto, una de las más caras y en muchas cosas los precios equivalen a los de España. Las primeras noches que pasamos en el Calafate nos hospedamos en el Hostel Calafate (unos 9 € por persona en habitación compartida), el que no está mal, pero se pueden encontrar más baratos y con cocinas mejores equipadas... Allí nos aconsejaron cómo programar un poco los tours y excursiones que haríamos en los próximos días. La primera fue, como no, al Glaciar Perito Moreno. Contratamos la excursión en el Hostel y consistía en el viaje en bus hasta la base del glaciar y un pequeño trekking de una hora desde la base hasta las pasarelas. Es impresionante ver toda esa masa de hielo que desciende de las montañas hasta chocar con la Península Magallanes (donde están las pasarelas). Posteriormente tomamos un bote para ver más de cerca el glaciar y poder ver y escuchar desde más cerca el ruido de los bloques que van cayendo del glaciar. ¡Impresionante! Una pasada también el color azul turquesa del hielo. Allí conocimos a un par de chicos de Girona (Abel y Xavier) muy simpáticos con los que regresamos al Calafate y también esa misma noche tomamos juntos el bus hacia el Chaltén, nuestro próximo destino. El Chaltén es un pequeño pueblo (tipo farwest) que se creo hace 25 años para evitar que Chile reclamara las tierras como propias y que ha crecido espectacularmente en los últimos 10 años debido al turismo. Es la capital nacional del trekking y su principal atractivo es el cerro Fitz Roy. Como para la primera noche no conseguimos hacer ninguna reserva, tras dar unas vueltas por el pueblo encontramos 3 camas libres en el hostel "El refugio" donde pasamos la noche conversando con unos Argentinos bien chistosos... A la mañana siguiente hicimos el traslado al hostel donde nos quedaríamos el resto de días, el hostel "Rancho Grande". Es un hostel mucho más nuevo y grande y con muy buen ambiente en su cafetería. Ese día tampoco haríamos un gran esfuerzo. El tiempo no acompañaba, hacía un viento que literalmente tiraba para atrás. Así que hicimos un pequeño paseo de 2 horas hasta un bonito salto de agua llamado "el Chorrillo". Allí comimos unos bocatas y volvimos al hostel donde coincidimos de nuevo con Xavi y Abel tomando unas cervecitas y charlando hasta que nos despedimos ya que ellos volvían esa misma noche al Calafate. Para cenar esa noche hicimos una tortilla de patatas en el hostel y compartimos mesa con una pareja de Madrid que ya habíamos visto en el Calafate y con los que pasamos una divertida velada. El día siguiente amaneció sin apenas viento pero con lluvia. Teníamos planeado un trekking de 8 horas hasta el mirador del cerro Fitz Roy. Cabezudos de nosotros decidimos hacer el trekking a pesar de la lluvia. Bibi, por lo contrario, decidió quedarse en el hostel y pasar un día tranquilo paseando por el pueblo, buena elección. Nosotros tomamos el transfer hasta el puente del Río Eléctrico, y allí iniciamos el trekking. Primero cruzamos un bonito bosque y avistamos a lo lejos un par de glaciares y lagos. Posteriormente llegamos al campamento desde donde se asciende al mirador del Fitz Roy, pero como las nubes no dejaban ver el famoso cerro, decidimos no ascender. Así que continuamos nuestro camino hasta una bonita laguna llamada Capri donde se halla el campamento con el mismo nombre. Finalmente, emprendimos el camino de vuelta hacia el Chaltén. La mañana siguiente amaneció, por fin, despejada, así que a las 7 am nos pusimos en pie para iniciar otro trekking. Ésta vez teníamos planeado ir a la "Loma del Pliegue Sentado", una bonita colina desde donde se puede avistar el cerro Fitz Roy, el cerro Torre (la otra atracción turística de la ciudad) y el Glaciar Torre. Tan sólo el camino merece la pena. Se atraviesan verdes y floridos prados y posteriormente un frondoso bosque tras el cual el camino continúa por una zona llena de fósiles hasta llegar al mirador. Era cierto lo que nos habían dicho ¡las vistas merecen el esfuerzo! Finalmente se puede continuar subiendo hasta la cima de la loma y desde donde se divisa una espectacular panorámica de 360º. Solo Roberto subió hasta la cima y lo pagó con unas ampollas en los pies que todavía le están jodi... Pero mereció la pena igualmente. Finalmente volvimos por el mismo camino hacia el Chaltén. Esa noche compartimos mesa cenando en el hostel con una divertida pareja de Palencia y un chico e Jaén. Lo peor aun estaba por venir. Para el día siguiente teníamos contratado un "ice trekking" sobre el glaciar Torrre de una duración total de... ¡13 horas! El guía nos recogió del hostel a las 7am e iniciamos el trekking hacia el lago Torre justo enfrente del glaciar. Allí se unieron dos guías más y cruzamos el río colgados de una tirolina. Y la peor parte llegó... Entre nosotros y el glaciar se interponía una montaña así que había que subirla, y en algunos tramos casi escalarla, y posteriormente bajarla de nuevo. Hay que decir que sufrimos bastante, pero lo conseguimos.
Por fin llegamos al glaciar y tras ponernos los grampones (unos hierros en los pies para caminar por el hielo) iniciamos el trekking sobre el glaciar. Esa parte fue más fácil y divertida de lo que nos habíamos imaginado. Tras un breve break para comer un bocata llegó el reto: escalar una pared de hielo de unos 15m. Roberto fue el primero en probarlo, y finalmente Bibi y Nuria se decidieron a probarlo también, hay que decir que con mucho éxito y ¡hasta incluso les gusto!
Al final, nuevamente, el esfuerzo había merecido la pena y esta vez el camino de vuelta (el mismo que el de ida) se hico mucho más ameno.
Esa noche la mesa la compartimos con Fanny, una chica francesa que también hizo el Ice trekking, y con Brian, uno de los guías que nos invito a una fiesta, pero las fuerzas no daban para más, ¡que lastima!
El día siguiente fue prácticamente de relax, tan solo alterado por el bus que tomamos de vuelta hacia el Calafate dejando atrás un bonito recuerdo del Chanten.
Esta vez nos alojamos en el hostel "Huemul" del que no hay nada que destacar salvo que es más barato (5€ por persona).
De nuevo el día siguiente fue de relax. El posterior había que madrugar otra vez. Nosotros para tomar un bus hacia Puerto Natales (Chile) y Bibi un avión para a Buenos Aires, donde nos reencontraremos en apenas una semana.
El viaje a Puerto Natales es bastante monótono y aburrido, tan sólo interrumpido por el paso fronterizo, el que pasamos sin problemas.
Puerto Natales se encuentra en la costa Pacífica y es un pueblo no muy bonito e incluso un poco "cutre".
El único interés turístico es la cercanía al parque nacional "Torres del Painé", un paraíso para trekkers de todo el mundo, y donde nos dirigiríamos al día siguiente.
Llegamos al parque natural alrededor de las 10h, y tras pagar la entrada al parque (25€) tomamos un transfer hacia el Refugio Torre donde iniciaríamos nuestro trekking.
El trekking completo por el parque requiere 9 días, pero el más famoso es el llamado "W", debido a la forma que dibuja el trazado, y para el que se necesitan 4 días (aunque conocemos uno de Bilbao que lo hizo en 2, estos vascos!)
Nosotros tan sólo disponíamos de un día y medio, así que tan sólo hicimos un trozo de la "W".
Tras unas horas de camino llegamos al "Refugio Chile" donde nos hospedaríamos esa noche (25€/ persona, Chile es bastante más caro) y donde dejamos las mochilas para continuar ascendiendo hasta el miador de las Torres. El camino no es difícil hasta su parte final donde se tiene que subir una colina por un camino lleno de piedras y con una pendiente bastante pronunciada.
Fue duro, sobre todo para dos fumadores como nosotros (hemos vuelto a caer en el vicio, nooo!) pero al final allí estábamos, contemplando la magnitud de las famosas torres.
Unas nubes tapaban tan sólo la punta de las torres, pero a pesar de eso, nos sentimos afortunados de poderlas admirar casi por completo ya que unos irlandeses que subieron después de nosotros no pudieron ver casi nada.
Volvimos al refugio y esa noche compartimos mesa con dos divertidísimos chicos de Sudáfrica (Jackie & Paul).
Al día siguiente volvimos a la entrada del parque desde unos locales no llevaron al lago Pheoe desde donde iniciamos un pequeño paseo hasta el mirador de los "Cuernos del Paine", otras bonitas formaciones montañosas que pudimos observar al otro lado del lago.
Finalmente tomamos el bus de vuelta a Puerto Natales donde pasaríamos la noche en el hostel Path@gone, el cual también tiene una agencia turística desde la que habíamos reservado el refugio en el parque.
De nuevo madrugón para tomar el bus de vuelta hacia el Calafate por tercera y última vez, y desde donde tomaríamos el avión hacia Ushuaia al día siguiente. Pero eso es otro capítulo.

Un abrazo a todos y hasta pronto.
Varias fotos del glaciar Perito Moreno a continuación:







Con Bibi en las pasarelas del Perito Moreno

El Salto del Chorrillo. A una hora caminando del Chaltén. Nuestra primera "caminata" allá.

De vuelta al hostel, tomando una cervecita con Xavier y Abel.

Caballos en uno de los trekkings en el Chaltén

Laguna Capri, en el Chaltén

El pueblo del Chaltén con el Fitz Roy a lo lejos

De camino a la loma del pliegue tumbado

Las vistas desde la loma. ¡Increíble! A la derecha el Fitz Roy, a la izquierda el cerro Torre, abajo la laguna Torre y el glaciar Torre (sobre el que pasearíamos al día siguiente)

La expedición al completo


El Fitz Roy
Cruzando el río en tirolina para acceder al galciar Torre

El glaciar Torre

¡Sobre el glaciar con crampones y todo!

Roberto escalando sobre hielo.

¡¡Y Nuria también!!


Mucha más gente en el glaciar también escaló


En el glaciar

Detalle del glaciar

Devuelta en el hostel después de las 13 horas que nos llevó la caminata hasta y por el glaciar con Fanny y Brian, uno de los guias.

Bibi en el Chaltén, rollo Far West
Parque Nacial Torres del Paine, en Chile. Llegando al refugio chileno donde dormiríamos una noche

Y tras una dura subida... Las famosas Torres del Paine

En las Torres del Paine

En el refugio Chileno con una pareja de Sudáfrica la mar de simpáticos

Los cuernos en el Parque Nacional Torres del paine

¿Nuria cornuda? je, je

Roberto escribiendo para el blog. ¡Cómo se lo curra!

Lo que todos estábais esperando. El único y extraordinario... Messi!!! ;-)